"Soy un caballo
Indómito impenitente
Y vivo un vértigo perpetuo
Bordeando abismos
Ventilando ironías
Un caballo que ama con estrépito
Sin adormecer instintos
Un caballo que espera finalmente
Una metamorfosis dura hacia la nada
Y un galope sereno hacia el silencio
Sin frenos ni riendas ni destino
Soy un caballo solo
Tal vez triunfante tal vez vencido
Sin un corral
Sin amos
Corriendo desbocado una sorda carrera
Porque una noche hace ya un tiempo
Bebí de un manantial sagrado
Y comprendí que esa carrera loca
Era una forma venerable de morir."
Extracto del Poema Soy un caballo, de Marita Troiano
Lo miraba de lejos caminando por el jardín, tan vulnerable en su humanidad. No dejaba de admirarlo… seguía mostrando dignidad e integridad. Inevitablemente lo recordaba en el mismo lugar, pero muchos años atrás. El paso del tiempo fue dejando huellas en él. Sin embargo, era el mismo hombre que, con el ejemplo cotidiano, nos llevaba de la mano.
Hoy, ya adultos, transitamos por la vida con la certeza de que su amor de padre nos acompaña siempre.
Sandra Zárate
Dedicado a mi papá y a todos los padres... Un cariño especial para Marce y Cris.
